descubierta nínfula dejame decirte que me encantaron tus escritos.
pero dejame decirte también que las historias nunca las escribe uno solo. cada encuentro tiene dos julietas: cada una con sus ojos, su alma y su historia.
Tampoco ella es la niña frágil de una novela femenina. Lo que me enloquece es la naturaleza ambigua de esta nínfula —de cada nínfula quizá—; esa mezcla que percibo de tierna y soñadora puerilidad, con la especie de vulgaridad descarada que emana de las chatas caras bonitas en anuncios y revistas, el confuso rosado de las criadas adolescentes del viejo mundo (con su olor a sudor y margaritas arrugadas.) Y todo ello mezclado, nuevamente con la inmaculada, exquisita ternura que rezuma del almizcle y el barro, de la mugre y la muerte.
6 comentarios:
Bien argumentado. No cedas nunca la iniciativa a la hora de relatar una historia.
Saludos.
nosotros mismos escribimos nuestras propias historias, aunque difieran de la realidad, es nuestra realidad.
Sin fin, sin regresos.
Inventemos la eternidad, princesa!!
Que fort, demà et fas GRAN...
descubierta nínfula dejame decirte que me encantaron tus escritos.
pero dejame decirte también que las historias nunca las escribe uno solo.
cada encuentro tiene dos julietas: cada una con sus ojos, su alma y su historia.
seguiré leyendote. un placer
Eso¡¡ La palabra al poder, aunque sea escrita.
saludos brujos
( las fotos tambien importan eh? )
Publicar un comentario