Últimamente tengo la sensación que la rutina me absorve la inspiración, el conocimiento, que me arrastra a una superficialidad que me pone enferma, que me estremece. Siento la necesidad de buscar maniobras de escapismo pero, ¿Cuándo?, ¿Dónde?.
Llamémosle París, llamémosle dieciséis del uno de dos mil nueve. Llamémosle dieciocho años. Llamémosle mochila, libreta, libro, cámara, música y yo misma. Llamémosle tres días de escapar de la realidad. Llamémosle vida buscada (y necesitada). Llamémosle GANAS, sí, en mayúsculas.
Sé que tengo algo dentro que debo sacar y estoy empezando a pensar que no sé cómo hacerlo. La rutina me está secando.
Llamémosle París, llamémosle dieciséis del uno de dos mil nueve. Llamémosle dieciocho años. Llamémosle mochila, libreta, libro, cámara, música y yo misma. Llamémosle tres días de escapar de la realidad. Llamémosle vida buscada (y necesitada). Llamémosle GANAS, sí, en mayúsculas.
Sé que tengo algo dentro que debo sacar y estoy empezando a pensar que no sé cómo hacerlo. La rutina me está secando.