4/11/08

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El tercer día del mes once a las diez y doce minutos de la mañana volví a encontrarme con mi casualidad. Después de tres meses no habíamos cambiado, o eso parecía, al menos, el aspecto físico era el mismo. Nos dimos un abrazo de esos grandes y extraños, esos abrazos que huelen a rareza. Hablar del tiempo, hablar del trabajo (y los múltiples tópicos típicos). Una biblioteca antigua, pero bonita, con cuadros grandes arriba de las inmensas paredes, con silencios eternos y oscuros y un mar de letras. Un claustro con peces que se asustan. Un no sé qué hacer, qué hacemos aquí, qué queremos hacer. Qué, qué, qué, qué, incesante. Caminar. La historia en papel, imprimida, la tinta clavada en los hilos del fino papel, eterno. ¿Acaso hay algo que dure para siempre? Las letras negras en papel blanco que escriben un mundo aparte, el nuestro. Gírate, no mires. Un corazón rojo, indecisión. Se abre una puerta, ninguna avanza, sigue abierta, se cierra rápido. Nos sacamos las corazas. Alma contra alma nos rozamos. Tenemos compañeros de habitáculo. Flagelar suave, flagelar bonito, con las manos, con las bocas. La desnudez. Dos símiles que parecen uno. Me pierdo en su cintura. Agarrar fuerte sin cesar, no me sueltes. Cronos ataca y el instante cálido, efímero, se esfuma. Con rapidez asombrosa nos colocamos de nuevo las corazas. Salimos, nos peinamos, qué bien se nos da disimular, casualidad. Nos encontramos con más personas. Un abrazo y ya hablaremos esta noche. Rarezas, rarezas, estoy llena de rarezas y posiblemente soy una sin sentido. Pero, al salir, al caminar rozando las Ramblas con la mirada, me di cuenta. La vida está llena de círculos, casualidad, y el nuestro, se ha cerrado. Tú sigues teniendo demasiados abiertos.
Siempre recordaré el momento en que se te erizó la piel, por primera vez…

7 comentarios:

Paula dijo...

:)

no té tantíssima força com l'anterior (que era brutal), però també és superior.

sep, crec que el tancaré, no té sentit mantenir-lo obert..

vaig a fer molta feina que no tinc gens de ganes de fer.

perezosa dijo...

ey!
gracias x tu coment!
y si.. yo tambíen estoy de acuerdo que sin música no se podría vivir...sq sinceramente no me imagino un mundo sin ella!

FranBlanco dijo...

que texto más bonito...me ha refrescado situaciones pasadas q de vez en caudno hay que darles oportunidad de ser visualizadas par ano caer en el olvido:)
Gracias por visitarme^^

mery dijo...

muchas gracias!! :)

me gusta tu blog, me pasaré por aquí a visitarte ^^

un beso!!

Tuchis dijo...

Hola q tal, de pasadita por acá, me ha gustado tu blog ya pasaré más seguido, saludos desde el mundo de los sueños

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan A. dijo...

Una tarde que deviene noche sin anuncio previo y las caricias se transforman en dibujos hechos con tizas de colores en el aire helado de enero.

Bellísimo. Lo tuyo, digo.